Armani cierra sus puertas por el coronavirus

Como todos sabemos, en diciembre de 2019 tuvo lugar el inicio de la epidemia de neumonía por coronavirus en Wuhan (China). Pero no fue hasta el pasado fin de semana que el virus llegó a Italia, empezando por una de las capitales más importantes del mundo de la moda: Milán.

El virus ha pillado desprevenidos a los italianos, los cuales han tenido que suspender su vida normal cancelando distintas actividades que tenían previstas para estos días. Se han cerrado escuelas, universidades, bares, discotecas, ferias, teatros, e incluso han anulado el carnaval de Venecia, el más famoso del mundo. Por ahora, la solución que han encontrado es el aislamiento, y la firma italiana Armani se lo ha tomado muy en serio.

La compañía ha decidido cerrar durante una semana sus centros de producción ubicados en Lombardía, Emilia Romaña, Véneto, Trentino y Piamonte. Armani también ha clausurado provisionalmente, como medida cautelar, sus oficinas centrales de Milán. ¡Y esto no es todo!

El desfile que la firma tenía previsto para la Milan Fashion Week 2020, que ha tenido lugar del 18 al 24 de febrero, también se ha visto afectado por la epidemia. Armani tomó la decisión de presentar su colección en la semana de la moda de Milán en un desfile a puerta cerrada en el Teatro Armani, sin periodistas ni compradores. La compañía retransmitió la presentación a través de su sitio web y sus redes sociales. Desde la casa italiana informan que "el señor Armani ha decidido que quiere salvaguardar el bienestar de todos sus invitados al no hacer que asistan a espacios llenos de gente”.

Otras firmas como Laura Biagiotti han seguido el ejemplo de Armani y han celebrado su desfile de la misma forma, mientras que otras como Michael Kors decidieron cancelar sus presentaciones.

En esta edición de la Milan Fashion Week, el coronavirus ha provocado la ausencia de numerosos periodistas y compradores chinos, uno de los mercados más grandes, potentes y poderosos del sector del lujo. Este suceso da mucho que pensar y hace que nos preguntemos: ¿Hasta qué punto puede llegar a afectar un virus al mundo de la moda?