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Discriminación en los probadores

  • Foto del escritor: by Lídia
    by Lídia
  • 2 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

Hará cosa de un mes, iba con mi amiga María paseando por el centro de Barcelona y decidimos entrar a Urban Outfitters por curiosidad, a ver si encontrábamos alguna cosa que nos gustará y que nos quisiéramos probar para entretenernos un rato. Y, por supuesto, así fue.


Al entrar a los probadores me topé con un cartel que había visto un millón de veces, pero en el que nunca antes me había parado a pensar. La frase que había impresa era en inglés y decía “All-gender fitting rooms. Open to all persons, regardless of gender identity or expression”. Yo, mientras esperaba sentada a que María se probase la sudadera que le había gustado tanto, empecé a reflexionar sobre ese mensaje.


Me pareció un poco triste el hecho de que me sorprendiera positivamente leer ese mensaje. ¿No debería ser eso algo normal en todos los probadores? ¿Por qué hay que separar por géneros? ¡Menuda tontería! Por no hablar de la discriminación que esto supone para las personas transgénero. Fue entonces cuando empecé a enumerar mentalmente la gran cantidad de tiendas que aún siguen ese antiguo patrón. Desde luego, me parecen demasiadas.


Días después, me seguí informando y encontré un caso un poco antiguo, pero que me parece interesante y ejemplar, ya que muestra como una marca debe saber escuchar a sus clientes para mejorar y evolucionar en todos los aspectos.


Lo que ocurrió fue que, en 2017, la artista Travis Alabanza acudió a una tienda Top Shop ubicada en Manchester. Travis, que se identifica a sí misma como una mujer transgénero, trataba de acceder a los probadores femeninos para probarse un vestido cuando una de las empleadas le dijo que bajara a la planta de abajo, donde se ubicaban los probadores masculinos. Travis le comentó que allí no se sentiría cómoda ni segura pero las dependientas no accedieron a su petición ni le dieron otra alternativa, simplemente se encogieron de hombros. Ante este gesto discriminatorio, la artista no dudó en recurrir a Twitter para dar parte a la multinacional británica de manera pública. La firma, rápidamente, tomó medidas en el asunto, a la vez que se disculpó. Desde ese momento cambiaron las políticas de los probadores a escala global, para que ningún cliente más volviera a sentirse discriminado en sus tiendas.



Pero, desgraciadamente, no todas las marcas han actuado del mismo modo en que lo ha hecho Top Shop. Un ejemplo es el de Inditex, que ha sido acusada varias veces de firma tránsfoba y aún no ha hecho nada al respecto. Sí que es cierto que, depende de la distribución de la tienda a la que acudas, puedes encontrar probadores mixtos, pero por lo general no tienen ninguna política que les obligue a ello. Los establecimientos que tienen este tipo de probadores suelen ser los más pequeños, porque no tienen espacio para más. Pero, por ejemplo, eso no ocurre en ninguna tienda Zara. Ahí siempre encontraremos el probador de mujeres y el de hombres por separado.


Siglo XXI. ¿A qué esperan? A mí, personalmente, no me molesta para nada compartir probadores con ningún tipo de persona, independientemente de su identidad de género y/o orientación sexual, y no entiendo por qué eso debería “incomodarme”. De hecho, me parece un gesto discriminatorio innecesario el separar por sexos. Pienso que todas las firmas de moda de alrededor del mundo deberían tratar de ser un poco más inclusivas con sus propios clientes que, al final, son para quienes trabajan y a quienes les deben su éxito.

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© 2020 by Lídia Anglí

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